martes, 6 de marzo de 2007

Una nueva esperanza…

Hace algún tiempo, existió una hermandad llamada La orden del sol plateado, contaban con un ejercito numeroso y con muchas clases diferentes… En aquel tiempo sucedian diferentes historias paralelas, Fuego y Serafín, el noble Urik, etc…


No se sabe porque unos dicen que por el ansia de poder, otro dicen que se llego a unos extremos de obediencia al líder y este calló en la oscuridad… El caso es que esa orden se dividió, de ella nació Los guardianes del sol, nuestra hermana Fuego y el valeroso guerrero Urik, intentaron recuperar la gloria de su antigua hermandad pero de un modo muy diferente, con mas tolerancia y mas compañerismo.


En aquel tiempo muchos de nosotros andábamos perdidos, en mi caso yo pertenecía a Los hijos de Onixya, su líder me recluto cuando yo era una inexperta maga y andaba con mi hermano Furia de aventuras, intentando salvar todo aquello que poco a poco se destruía. Al poco tiempo me hablaron de Ónixya, yo pensaba en un principio que era un dragón bueno, pero descubrí que no era así. Una tristeza recorrió mi alma y tuve que dejar algunos amigos atrás en la hermandad al igual que Furia, pesamos que debíamos encontrar nuestro lugar en otro sitio.

Y así fue, a los pocos días encontramos a algunos soldados de esta hermandad, no eran muchos… nos contaron la historia de la división de La orden del sol plateado y enseguida sentimos que debíamos ayudar a defender Ventormenta y sus alrededores. Conocí a Fuego y al poco tiempo nos hicimos grandes amigas… en ese momento la hermandad no tenia mas de 15 personas, pero nos sentíamos unidos y con fuerzas como si fuéramos 200.

Poco a poco cada vez éramos más y cada día había mas gente con la que poder defender. A estas alturas ya no solo defendemos Ventormenta de la horda, sino que de amenazas muchos mayores… Esperemos que este compañerismo no termine nunca y que siempre podamos contar los unos con los otros.
Saludos camaradas

No hay comentarios: